Los juegos para un solo jugador están entre mis cosas favoritas de todos los tiempos, seguidos de cerca por los juegos cooperativos.

Realmente creo que todos los niños deben poder participar en los juegos de forma individual. Aporta un elemento de concentración que no se ve obstaculizado por las charlas o las distracciones del juego. Les da tiempo para marcar su propio ritmo. Quienquiera que esté jugando el juego está jugando para sus propios objetivos. Es agradable cuando logras algo, ya que solo tú mismo pones el esfuerzo. Desde una perspectiva dinámica familiar, es genial para todos los niños tener un tiempo a solas sin hermanos (o padres) para relajarse.

Para los padres, es una gran cosa enviar a los niños a los extremos opuestos de la casa con su propio juego y un tiempo y tener paz para tomar una taza, un vino o hacer una llamada telefónica en paz.

La mayoría de los juguetes para un solo jugador son excelentes para enseñar secuencias, estrategia y lógica. Estas son habilidades esenciales para la vida diaria.

Hay niveles que comienzan en principiante y terminan en experto o genio. Cada nivel requiere que el juego esté ‘configurado’ para ese nivel, luego se trabaja para encontrar una solución. Personalmente, encuentro que la naturaleza repetitiva de la configuración y la resolución me tranquiliza, ya que es consistente, por lo que no tengo que volver a aprender algo diferente cada vez.

Los juegos para un solo jugador son geniales para calmarse, relajarse, utilizar y estirar los músculos de nuestro cerebro. Son perfectos ya que no hay un tiempo de juego establecido ni un principio o un final, haz un solo desafío, diez o 20, lo que te apetezca.