1. LOS NIÑOS QUE ANDAN EN BICICLETA DISFRUTAN DE TONELADAS DE BENEFICIOS FÍSICOS INVISIBLES
Wow, ¿por dónde empezamos con este? Esto puede ir en cien direcciones diferentes, pero solo seleccionaremos algunas razones clave para que pueda terminar esta publicación en una sola sesión.
Primero, cuando decimos “bicicleta”, no estamos hablando de bicicletas estacionarias. No nos malinterpreten, estos son geniales. Pero, ¿cuántos niños de 10 años has visto en la clase de spinning? Se trata de salir de casa, recuperar la virtud perdida del aire libre, si se quiere. Simplemente no hay reemplazo para el aire fresco y la luz solar natural.
Claro, los masticables de los Picapiedra son buenos suplementos e inyectan un poco de vitamina D a base de sol en el sistema, pero no hacen caca a nadie. Una agradable tarde de paseo por el vecindario ayuda a sus hijos a sacar toda esa energía juvenil de sus sistemas. Esto conduce a una mejor noche de sueño, lo cual es importante para sus cuerpos en crecimiento.
Junto con ese crecimiento viene el fortalecimiento de su sistema inmunológico. Para muchos padres, el regreso a la escuela también significa volver a la farmacia. ¿Quieres reducir el proyecto de ley anual de Robitussin? Sube a tu hijo a una bicicleta. El Dr. David Nieman de la Universidad Estatal de los Apalaches ha estudiado los beneficios de la actividad física en el sistema inmunológico durante 30 años. Su investigación ha demostrado que el ejercicio como andar en bicicleta puede desempeñar un papel importante en el apoyo al sistema respiratorio superior. Esto reduce el número de días de enfermedad por cosas como el resfriado común en un 40-50%. Si mantener a sus pequeños fuera del consultorio del médico es importante, considere un Huffy para Navidad.
Los beneficios para la salud a largo plazo también se han examinado ampliamente. Un estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins analizó el impacto de la actividad diaria en las enfermedades cardíacas. Encontró que las personas que hacen regularmente cosas como andar en bicicleta tienen un 31% menos de probabilidades de desarrollar presión arterial alta. Un estudio diferente realizado por la Universidad de Glasgow encontró que ir en bicicleta todos los días al trabajo puede reducir la amenaza de enfermedades cardíacas y cáncer esencialmente a la mitad. Dios no permita que un niño esté en peligro de cualquiera de estos. Pero, ponerlo en el camino correcto en una etapa temprana inculca hábitos saludables que se llevan a la edad adulta, reduciendo este riesgo más adelante en la vida.
2. ANDAR EN BICICLETA ES UNA EXCELENTE MANERA PARA QUE LOS NIÑOS HAGAN EJERCICIO
El ejercicio está estrechamente relacionado con el bienestar físico ya que, naturalmente, uno ayuda a conducir al otro. Seamos realistas, el ejercicio por el bien del ejercicio no es muy alto en las listas de prioridades de vida o muerte de la mayoría de los jóvenes. Pero, hay maneras de hacer que los niños sean más activos, especialmente cuando lo combinas con el tiempo de juego. No importa si conscientemente se dan cuenta de que están recibiendo su hora de actividad física recomendada al día, el punto es que lo están consiguiendo.
Esto tiene un efecto a largo plazo en ellos. Según una investigación de la YMCA, las personas que incorporan ejercicio y generalmente viven estilos de vida físicamente activos obtienen un puntaje 32% más alto en las pruebas de bienestar que las personas que no hacen nada en absoluto. Si introduce actividades saludables a sus hijos cuando son pequeños, hay una mejor posibilidad de que esto se convierta en parte de su M.O. en curso.
Y cuando se trata de actividades saludables para niños de cualquier edad, es difícil superar al ciclismo. Andar en bicicleta es un excelente entrenamiento cardiovascular. Los beneficios de la actividad aeróbica como esta se extienden al corazón, el cerebro y los vasos sanguíneos. También liberan una ola de endorfinas que ayudan a liberar el estrés y te hacen sentir como un millón de dólares.
Además, el ciclismo es una actividad segura desde el punto de vista del desgaste. En su mayor parte, andar en bicicleta es una propuesta sentada. Sí, hay momentos en los que necesita levantarse para obtener más velocidad o un mejor equilibrio de control y maniobrabilidad en terrenos accidentados. En general, sin embargo, estás plantado en un asiento. Esto coloca la mayor parte de su peso corporal en los huesos pélvicos. Compare eso con otra rutina de cardio popular, correr, donde sus piernas soportan el peso. El estrés articular se ve agravado por la sacudida continua que experimentan, a diferencia del empuje del pedal menos agravante. Los científicos que estudian esto han descubierto que los corredores experimentan más daño muscular e inflamación que los ciclistas en cientos de puntos porcentuales. Para ser claros, no estamos pooh-poohing a la comunidad de trote en lo más mínimo. Las tasas de lesiones son más altas según la mecánica del deporte. Por supuesto, si se tratara de correr harapiento frente a 12 horas de Fortnite al día, adivina quién se unirá al equipo de campo a través el próximo año, pequeño.
3. ANDAR EN BICICLETA AYUDA A CONSTRUIR LOS CUERPOS DE LOS NIÑOS DE LA MANERA CORRECTA
Hablando de actividades obsesivas en interiores, en el mundo actual de aplicaciones sociales, comida rápida y otras actividades diseñadas para la conveniencia, la obesidad se ha convertido en un problema real. A pesar de sus reservas aparentemente inagotables de energía, los niños no son inmunes a esto. Entonces, ¿cómo combatimos esta epidemia? Para empezar, levantándose del sofá.
Como ya hemos cubierto bastante, la actividad física regular ayuda mucho a mantener el medidor de salud en negro. Sin él, no quemamos suficientes calorías, y ese exceso se almacena como grasa. Probablemente puedas adivinar a dónde vamos con esto. El ciclismo aumenta tu capacidad para quemar calorías, también conocido como tu metabolismo, también conocido como esa cosa que pierdes mágicamente la mañana de tu cumpleaños número 30. De hecho, las personas pueden quemar entre 400 y 1.000 por hora dependiendo de la intensidad. Esto ayuda a mantener alejados los kilos no deseados asociados con un estilo de vida sedentario.
Pero eso no es todo. El ciclismo no solo ayuda a reducir el peso malo, sino que también ayuda a agregar el peso bueno. En pocas palabras, cuando desafías a tus músculos, crecen. Empujar contra los pedales es un movimiento de resistencia, que entra en esta categoría. La parte inferior del cuerpo, es decir, los cuádriceps, los isquiotibiales, los glúteos y las pantorrillas, es el receptor más obvio de este movimiento amigable con los músculos. Sin embargo, no es el único. El ciclismo es un entrenamiento de todo el cuerpo. Por ejemplo, usas tu núcleo para el equilibrio y tus brazos y hombros para dirigir. Aumente los efectos significativamente cuando se enfrenta a una sola pista con baches o talla a través de cursos de tierra agresivos.
El entrenamiento de fuerza disfrazado de juego sigue siendo entrenamiento de fuerza. Combinado con la resistencia que también aumenta, el ciclismo es una excelente manera para que los niños de todas las edades desarrollen sus cuerpos y se mantengan en forma. También les ayuda a mantener un gran acondicionamiento físico para otros deportes durante todo el año.
4. ANDAR EN BICICLETA AYUDA A LOS NIÑOS NO SOLO FÍSICAMENTE, SINO TAMBIÉN MENTALMENTE
Es fácil pasar por alto uno de los mayores beneficiarios del ejercicio físico, el cerebro. Todo tipo de investigación ha demostrado la conexión entre los dos. Parte de la razón se debe al aumento del flujo sanguíneo en su noggin durante actividades como andar en bicicleta. Un estudio sobre ciclistas encontró que el flujo aumentó hasta en un 70% en algunas áreas y luego se mantuvo en un 40% mucho después de que los ciclistas colgaron sus cascos.
La clave aquí no está en el flujo sanguíneo, está en el poder del cerebro. Cuando la circulación aumenta, la cantidad de oxígeno y nutrientes que se deslizan alrededor de la materia gris también aumenta. Como resultado, la concentración, la memoria, la deducción y otras habilidades cognitivas se agudizan. Solo pregúntele a las otras figuras de autoridad en la vida de sus hijos, sus maestros. Te dirán que los estudiantes que van en bicicleta a la escuela están más concentrados, alertas y dispuestos a aprender. Agregue el hecho de que el ejercicio como este también ayuda a controlar las condiciones de comportamiento como el TDAH y tiene un bloque considerable a favor de la bicicleta en los educadores de hoy.
El verdadero final de toda esta estimulación mental positiva es la actitud mental positiva. Las personas que andan en bicicleta regularmente tienden a ser más felices en general. Gran parte de esto se debe a los niveles de estrés más bajos gracias al tipo de ejercicio vigoroso que puede ofrecer la equitación. ¿Cómo? Bueno, volvamos a la clase de química por un momento. Su cuerpo libera una hormona llamada cortisol cuando comienza a pedalear. El cortisol eleva todo tipo de cosas, desde la presión arterial hasta los niveles de glucosa en respuesta a este nuevo estrés en su sistema. Pero, a medida que su cuerpo se acostumbra a esta rutina, se necesita más y más esfuerzo para indicar el cortisol. En promedio, eso significa que eres físicamente capaz de mantenerte más tranquilo en entornos estresantes que tus amigos inactivos.
¿La comida para llevar? La aptitud mental es tan impactante para su hijo como su contraparte física. Y, una vez más, andar en bicicleta es una bendición para esto.
5. NO OLVIDES LOS BENEFICIOS INTANGIBLES DE LOS NIÑOS QUE ANDAN EN BICICLETA
Hacer zoom sobre dos ruedas no solo quema calorías y desencadena productos químicos. También ayuda a desarrollar a los niños de maneras que pueden ser menos medibles, pero que son igual de importantes. Tomemos la independencia, por ejemplo. La primera vez que les dices “¡Vuelve por la cena!” mientras están rodando solos por el camino de entrada es un hito importante. Somos grandes fanáticos de dejar que sus hijos salgan y exploren de manera responsable, y las bicicletas agregan una dimensión completamente nueva a su espíritu en miniatura de Destino Manifiesto. Pasear por el vecindario fomenta la imaginación y la aventura, cultiva un olfato para la dirección y los familiariza con su entorno más grande más allá del final del patio.
También genera confianza. Saber cómo llegar del punto A al punto B y viceversa es un gran paso. La sensación de logro que viene con esto y con empujar con éxito sus propios límites no puede ser subestimada. La confianza también acompaña naturalmente la mejora de las habilidades motoras. El equilibrio, la coordinación, la conciencia espacial, la resolución de problemas, etc., se desarrollan más rápido cuando se trata de bicicletas. Combina esto con un físico sólido que proviene de este tipo de ejercicio una vez que envejecen un poco y puedes hacer maravillas en el departamento de autoestima.
